COBOL, el lenguaje de programación emblemático de la década de los 80, mantiene su relevancia en la actualidad, generando una paradoja notable en el ámbito tecnológico. A pesar de su ausencia en los planes de estudio de carreras vinculadas al desarrollo de software, las empresas continúan empleando programas desarrollados en COBOL.
Desde su popularidad en los años 80, COBOL fue fundamental en el desarrollo de innumerables softwares y se convirtió en una herramienta de enseñanza en universidades de todo el mundo. Aunque algunos perciben erróneamente que COBOL ha quedado en desuso, la realidad contradice esta noción, ya que muchas empresas actualmente buscan expertos en este lenguaje debido a la escasa disponibilidad de profesionales especializados.
Persiste la dependencia de COBOL en numerosos sistemas, especialmente en sectores empresariales como banca, finanzas, seguros, y entidades públicas que aún no han migrado completamente a lenguajes más modernos.
No obstante, la continuidad de softwares basados en un lenguaje con más de seis décadas de existencia plantea un desafío en cuanto a la oferta limitada de programadores especializados en COBOL frente a la creciente demanda de personal técnico y de desarrollo para mantener y actualizar estos sistemas. La reticencia de las personas a aprender COBOL se atribuye comúnmente a la percepción de su complejidad y obsolescencia.